| JUL 222016 Es difícil dar el primer paso, se necesita voluntad y determinación, debemos de estar convencidos de que al caminar avanzamos, pero al atrevernos tenemos que aligerar nuestro paso dejando atrás lo que nos ancla y es aquí donde es necesario preguntarnos, ¿qué es necesario desechar?, hacer una introspección de lo vivido implica un ejercicio estrechamente personal, aquí no existe nadie alrededor que nos influya, frente a nosotros se abrirá el camino que deseemos transitar y será la práctica de los principales valores universales lo que nos haga confluir, converger, cruzar nuestros destinos para hacer equipo ante el nacimiento de un nuevo grupo social, con renovados bríos y objetivos claros que nos permitan ser...que nos permitan vivir. Generalmente hay que desechar vicios que son gobernados por sentimientos oscuros, muchas veces perversos que envilecen al ser humano, uno de ellos es la división social. El egoísmo, la envidia, el poder y la soberbia nos impiden convivir en la diversidad, aprovechar la unidad; desestimamos las bondades de hacer un solo frente y nos conformamos con las minucias fraccionarias, la falsa ilusión de tener el poder nos va dejando en el abandono, asfixiados en nuestras diferencias, viendo que la vida se nos va mientras que, aquellos que logran unirse en objetivos y propósitos avanzan, evolucionan, les va mejor y su bienestar de vida es superior. La manipulación impide la llegada de la libertad, por lo tanto debe caminar hacia el recipiente de los desechos porque ser libres es la máxima aspiración humana y para lograrlo no hay nada más efectivo que la preparación y el estudio científico permanente, informarse del medio natural y social para eliminar de nuestra vida el engaño, la mentira y la falsa información, armas que utilizan los manipuladores para dominar y para oprimir a quienes decidieron ser débiles, porque hay que recordar que el abusivo vive hasta que el abusado quiere. Se puede cambiar, renovarse y ser libres sin dañar los derechos de terceros, sin gritar ni patear a nadie, no hay nada más grato que respirar en paz el aire de la libertad. El paternalismo es otro factor que daña terriblemente a la sociedad, al individuo y a cualquier tipo de organización, es la herramienta del opresor y del manipulador. Al no darnos la oportunidad de conseguir las cosas que requerimos por nuestros propios medios nos convertimos en seres dependientes, sin voluntad e incapaces de defender y ejercer nuestros derechos. El que quiera dar que dé y el que quiera recibir que reciba pero que este acto no impida la creatividad, la autonomía ni el desarrollo personal; el paternalismo nos lleva al conformismo y éste al estancamiento, ambos deben ser desechados para despejar el camino hacia el progreso y al bienestar que decidimos alcanzar. Finalmente, y no porque no existan más lastres que tirar, quiero hacer mención de la zona de confort, ese estado personal o colectivo que mata poco a poco los deseos de superación y la aspiración a mejores niveles de vida, ese mal silencioso que llega sin que nos demos cuenta y se queda sin que ofrezcamos resistencia, es como una droga letal que consume nuestra vida, es como la humedad que desde los cimientos derriba la construcción más fuerte, cuidado con caer y permanecer en esa zona. Un nuevo camino se abre diariamente ante nosotros, atrevernos a dar el primer paso es la decisión personal que puede cambiar nuestra vida y el destino de la sociedad. |